No hay vida sin mierte y no hay muerte sin vida- un dicho que se usa por toda la región y un hecho que ningún hombre puede ignorar.
A lo largo de los años, la gente rezó para ser bendecida por el Dios Dragón. Pero sus oraciones no incluyeron lo más preciado que la gente poseía- la vida. Semanas, meses y años pasaron, en los que los seguidores del Dios rezaron por una bendición. Finalmente un hombre sabio averiguó el secreto del ciclo y se sacrificó a sí mismo por el bien de todos.
Acto seguido, el Dios Dragón otorgó la Bendición de la Vida en la gente, la que recupera momentáneamente todos tus puntos de vida.
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